Turismo por el norte de España

El norte de España es una de las regiones más visitadas de la península ibérica. Las razones son múltiples. En primer lugar, presenta un acervo cultural único debido al cruce de la cultura franca con las del norte de la región, el reino de Asturias y la corona de Castilla. Gracias a este sincretismo, presenta una arquitectura única, pueblos y ciudades mágicas, así como una gastronomía de las mejores de la península y centenares de atractivos turísticos.

Aunque Barcelona ha sido una ciudad única desde su fundación por los romanos hace ya dos mil años, fue luego de los Juegos Olímpicos de 1992 cuando la ciudad se transformó en un hito cultural de Europa.

Las razones son simples: una arquitectura única que conserva gran parte de su pasado gótico y medieval, mezclada con toques modernos. Además, su apertura al Mediterráneo es magnífica. Todo esto sumado a sus playas que cubren gran parte de su extensión y su oferta cultural que nunca descansa.

Aunque Barcelona es una ciudad más reconocida como centro turístico, nunca está de más mencionarla, para que no se pase por alto en cualquier plan turístico por la región.

Oviedo es la capital de Asturias y se ubica al noroeste de la península, entre las montañas de Cantabria y la bahía de Vizcaya. Esta ciudad se caracteriza por su imponente arquitectura medieval que permanece hasta el día de hoy de manera incólume.

En general, Oviedo mantiene una fuerte influencia cristiana que la dota de un atractivo especial que va desde iglesias y capillas hasta esculturas y frescos cristianos únicos en la región. Sin duda Oviedo es una ciudad que no puede faltar en un viaje por el norte de España.

Pamplona es la capital de la provincia de Navarra y un asentamiento mundialmente conocido por ser la sede de la celebración de San Fermín, el encierro de toros más grande del mundo. Anualmente, miles de personas visitan la ciudad en sus viajes por la región para participar, de alguna u otra forma, de esta celebración distintiva y algo riesgosa.

Por lo demás, Pamplona tiene una fuerte cultura cristiana, con edificios emblemáticos y calles únicas del periodo que vale la pena visitar.

Estas tres ciudades representan tres hitos del turismo en el norte de España, aunque siempre es recomendable extraviarse un poco por las rutas, para descubrir pueblos y zonas únicas que casi no aparecen en el mapa.